La rosa es la reina de las flores y un elemento esencial en cualquier jardín. Es una de las plantas de jardín más populares. Al haber tantas variedades de rosas, siempre existe una rosa adecuada para cada jardín: rosas de tallo largo que crecen hasta 2 metros de altura, rosas de arriate clásicas, rosas estándar e incluso rosas de cobertura del suelo, las cuales son adecuadas para plantación en pendientes. Cuando compre rosas, asegúrese de que escoge las de buena calidad, con brotes fuertes y bien bifurcados, por ejemplo.
La época de plantación para las rosas va de mediados de marzo a mediados o finales de abril, en función del clima específico. Escoja una ubicación que proporcione a las plantas suficiente aire y luz; lo ideal es muchas horas de luz solar al día. No obstante, la ubicación escogida no debería ser demasiado caliente, demasiado fría o húmeda para evitar que las rosas enfermen o se conviertan en objetivo de las plagas. Para plantar rosas lo ideal es un día nublado.
Las rosas deben ponerse en remojo durante al menos 1-2 horas antes de plantarlas pero no más de 24 horas. Las raíces no deben dejarse secar directamente después de comprar las rosas. El agujero donde van aplantarse debe ser lo suficientemente ancho y profundo para proporcionar a las raíces mucho espacio. Ahueque el subsuelo ligeramente con una horquilla cavadora. Antes de colocar la rosa en el agujero, acorte las raíces un poco y corte cualquier raíz dañada para que las nuevas se formen más rápidamente. Arranque los brotes debilitados y acorte el brote principal de 3 a 4 capullos, o, para rosales o rosas estándar, de 2 a 3 capullos.
A continuación coloque la rosa en el agujero de plantación, asegurándose de que el punto de injerto se encuentra a unos 4-5 cm por debajo de la superficie. Ahueque las raíces un poco y extiéndalas en el agujero. Mezcle la tierra que ha excavado para hacer que el agujero tenga un 30 % aproximadamente de compost o estiércol antes de volver a colocarla de nuevo en el agujero. Si la tierra de su jardín es muy densa, añada arena gruesa o grava y caliza. Sostenga la rosa en su lugar mientras llena el agujero y muévela un poco para que la tierra pueda distribuirse entre las raíces. Por último, presione firmemente la tierra hacia abajo y riegue bien la planta. Una vez que el agua se haya drenado, puede amontonar la tierra restante hasta una altura aproximada de 20 cm para proteger la rosa de las heladas y evitar que se seque. No olvide regar la rosa abundantemente en épocas secas para que pueda disfrutar de su floración de junio en adelante.